EN QUE CONSISTE LA DESMESURA DEL PODER

Teniendo en cuenta que este libro es basado en la época en la cual el Sha era el monarca, el encargado de mantener el poder y el supuesto equilibrio de un país. Los pueblos sufrían el hambre, la pobreza y el despilfarro del capital económico que llevaban a cabo sus gobernantes. El libro es mucho más que el recuento de esta época. Fue escrito bajo la revolución que acabo con el último sha de Persia, en pocas palabras la causa de estar en el poder y caer de él, sin conocer las carencias de un pueblo.

Antes de empezar a desfragmentar este libro, tendríamos que definir la palabra poder, como lo hace la Real Academia de la Lengua Española: “tener facilidad, tiempo o lugar de hacer algo”. Si buscamos más abajo encontramos que dice; “ser más fuerte que alguien, ser capaz de vencerle.” Así, pareciera que lo apreciado al leer el Sha o las desmesuras del poder de Kapuscínski; fuera la traducción de esta palabra reencarnada en el mandato de este país.

Como dice un fragmento del libro;”esto ya no preocupa a nadie, nadie presta atención ni lo interpreta como una amenaza (nadie excepto aquellos a los que alcanzan las balas)” (Kapuscínki, 1982, pag.18). Para los habitantes de Teherán, nadie estaba libre a las balas, al sacrificio, a la muerte. Pues todos y cada uno de ellos, niños, mujeres, ancianos, enfermos, no importaba; tenían como cruz, cargar con la ideología de su líder. El ser más despreciable y bárbaro que pudieron haber conocido estas personas.

Reza Khan, el líder sha que para algunos en el momento en que él se monta al poder, se cree que por ser tan joven y menos interesado en la política, esta nación pueda lograr finalmente alcanzar la democracia y la independencia para el país, pero la verdad es otra y el desenlace también es menos esperado.

El sha se encarga de sembrar el miedo en todos los habitantes de su país, se encarga de acabar con cada uno de sus supuestos enemigos, se encarga de crear un gobierno del miedo. Tal y como se habla en la fotografía tres, del libro de Kapuscinski, “forzar a trabajar a la ignorante chusma, construir un país fuerte ante el cual todos se ciscaran de miedo” (Kapuscínki,1982,pag.28); para lograr esto el emperador era tirano, para nada interesaba que el pueblo estudiara, se formara, para realmente alcanzar un pleno desarrollo y hacer del país lo que se quería alcanzar; es decir, una nación fuerte, poderosa y civilizada; hacer del país la “gran civilización”, así era como el Sha llamaba su causa y su consiente deseo de poder.

“Empieza por parte de nuestra elite la gran carrera hacia América, la subasta de oferta y garantías, la venta del país” (Kapuscínki, 1982, pag.56). Es cuando las desmesuras del poder empiezan a mostrar “su cara más simpática”. El poder genera más poder, el dinero sostiene todas las dinastías posibles y se tiene a los pies a muchas otras personas con ansias de una fuerza similar. Es cuando el sha no mide sus límites y después de ganar todo el dinero posible, se gasta a manos llenas un capital económico mal invertido, pues empiezan a arribar al país cientos de objetos y productos sin lugar para almacenarlos, no hay quien opere las tecnologías y entonces se decide invertir en personas de afuera, para que hagan el trabajo que por derecho; debería ser de su pueblo.

Aparecen las promesas que generan esperanza a su población. Se dan las donaciones de propiedades y tierras con fines políticos, exclusivamente provechosos para el sha. Llegan los extranjeros que ven en el líder una figura de mostrar, como ejemplo de nación; pero desconocen que ese mismo líder, ah sido gestor y creador del terror en los habitantes Iraníes, para mantener la monarquía.

Crea un grupo llamado la Savak, que lo respalda y castiga a sus “enemigos”, que finalmente es su propio pueblo. “la Savak compraba a la gente o la condenaba a torturas, le daba puestos de relevancia o la arrojaba a una mazmorra. Decía quien era el amigo y por consiguiente a quien había que eliminar” (Kapuscínki, 1982, pág. 64).

Las decisiones que había tomado en pro del beneficio propio, arrojan resultados y es cuando la falta de conocimiento que tiene por su pueblo empieza a dejarse ver. “la protesta, la indignación, la ruptura de relaciones y contactos son consecuencias inmediatas” (Kapuscínki, 1982, pág. 57). Y finalmente después de una revolución iraní, cae el ultimo imperio sha, dejando a su paso toda una historia de maldad, crueldad, de intereses económicos y por supuesto dejando los “efectos psíquicos y sociales que permanecen, viven y durante años se hacen recordar, e incluso pueden quedarse en formas de comportamiento cultivados en el subconsciente” (Kapuscínki, 1982, pág., 77). Queda como enseñanza el siguiente fragmente; “la marcha del déspota no significa para ninguna dictadura su muerte definitiva. Porque hay una condición imprescindible para que se dé una dictadura: la ignorancia de la multitud, y por eso los dictadores siempre la cuidan mucho, la cultivan” (Kapuscínki, 1982, pág. 175).